Admirado como el gran filósofo de mitad del siglo XX, y también por sus obras literarias, en especial por su teatro, Jean Paul Sartre fue ante todo un hombre público, se comprometió intelectualmente, con el mundo que lo rodeaba y la realidad. En muchas de sus obras, se puede apreciar la crudeza de su expresión y la práctica de su naturalismo desbordado.