Kafka es, junto con Joyce y Proust, uno de los grandes renovadores de la narrativa de principios del siglo XX. En el célebre comienzo de La transformación, publicada en 1915 y también conocida como La metamorfosis, el viajante de comercio Gregor Samsa se despierta una mañana convertida en un monstruoso insecto. Con la inserción de este elemento fantástico y de un narrador subjetivo en estilo indirecto libre, Kafka retrata en forma de parábola tragicómica el lento proceso de introspección y descomposición del protagonista.