Un lunes por la mañana Federico Esperanto -músico de treinta y cinco años, atormentado, entre otras muchas cosas, por el estigma de su apellido y la imagen de James Dean- intuye que la semana que está por afrontar va a ser "una de esas semanas". Y no se equivoca. A lo largo de siete días tan trágicos como risibles, Esperanto sufre su pasado, padece su presente y, quizá, consiga atrapar esas canciones fugitivas que le prometen un futuro mejor. Fresán no sólo nos presenta a un "héroe" entrañable -acompañado de una galería de freaks que incluye a un gigantesco publicitario obsesionado por sus secreciones corporales, una top-model con delirios místicos, un joven zombie ídolo de la televisión, un guerrillero lisérgico, un tío inflamable y estudioso de las ciencias ocultas, un psicoanalista más que paciente y un disco-militar genocida-, sino que además explora los vicios y las gracias de un país sacudido entre las sombras de un lúgubre pasado reciente y la histeria encandilante de la modernidad.