Violet, Klaus y Sunny Baudelaire son niños inteligentes. Son encantadores, ingeniosos y tienen rasgos faciales agradables. Desafortunadamente, son excepcionalmente desafortunados.
Solo en los dos primeros libros, los tres jóvenes se encuentran con un villano codicioso y repulsivo, ropa que pica, un fuego desastroso, un complot para robar su fortuna, una cama grumosa, una serpiente mortal, una gran lámpara de lectura de latón, un cuchillo largo, y un olor terrible.
En la tradición de los grandes narradores, desde Dickens hasta Dahl, surge una comedia exquisitamente oscura que es tanto literaria como irreverente, hilarante y hábilmente elaborada. Nunca antes un cuento de tres niños simpáticos y desafortunados ha sido tan encantador, o tan desafortunadamente infeliz.