En todas las etapas de la vida, en especial cuando somos jóvenes, hay problemas que nos agobian y que parecen tan difíciles de solucionar que no nos atrevemos a hablar con nadie de ellos. Sin embargo, aunque no lo parezca, los problemas de la juventud tienen solución y ninguno es tan grande ni tan complejo que no pueda resolverse mediante el conocimiento.