La francmasonería es la heredera de un saber iniciático inmemorial que el hombre moderno cada vez desconoce más. Desde su entrada a la Cámara de Reflexión, el neófito se ve enfrentado a una serie de símbolos que servirán, junto con el ritual de su grado, para aleccionarlo y conducirlo por el camino que ha emprendido.
Heredado directamente de los antiguos constructores de catedrales, el simbolismo masónico es sin embargo la expresión de símbolos universales y fundamentales en los que podemos detectar influencias de los rosacruces, los alquimistas y los cabalistas.
El presente libro, verdadera síntesis del saber masónico, recoge los símbolos más importantes y propone una reflexión sobre los mismos, útil tanto para el profano como para el iniciado que desee profundizar en el apasionante simbolismo masónico.