"El objetivo de este libro -señala la autora- es no sólo documentar los diversos aspectos de la cultura terapéutica sino también localizar la emergencia de una nueva estructura cultural." Para ello, Illouz analiza el modo en que el lenguaje de la terapia ha reformulado el nivel más profundo de los símbolos de identidad, en un proceso que tuvo lugar simultáneamente a través de los canales especializados y formales del conocimiento científico y a través de las industrias culturales (el cine, la prensa popular, la industria editorial, la televisión). Así, este libro puede ser leído como un fragmento de una historia cultural de la introspección: una historia del lenguaje y de las técnicas que utilizamos para tratar con nosotros mismos y para examinarnos a través de categorías tales como "deseos", "memorias" y "emociones".