Más allá de El Principito, que ha cautivado y seguirá cautivando a varias generaciones, Antoine de Saint Exupéry tiene una obra rica y extensa que este libro invita a recorrer. En él aparecen el hombre, el aviador, el combatiente y ese filósofo que denota cuando reflexiona sobre la infancia el amor, y la amistad y lo esencial, que como ya sabemos, es invisible a los ojos. La mejor manera de regalarlo, leerlo y atesorarlo es con el corazón.