Sentirse vivo siempre vale la pena.
Jack es atractivo, encantador, de clase social alta, amante de lo vintage y del budismo. Y posiblemente sea uno de los artistas callejeros más buscados por la policía de la ciudad.
Beatrix es una chica con perfil bajo, una apasionada de la anatomía humana que le encanta dibujar cadáveres. Viene de una familia de clase media, y sabe que tiene que luchar por lo que quiere, ya que nadie le regalará nada.
¿Tienen algo en común? Sí, su amor por el arte.
Una historia sobre el primer amor, la familia y la amistad. Jenn Bennett nos muestra cómo dos personajes con realidades muy distintas -y cada uno con sus propios fantasmas internos- se conocen y, juntos, construyen su propia historia. Porque a veces, las diferencias son las que nos unen.