Misceláneas japonesas es un cofre repleto de joyas, tesoros literarios en forma de historias extrañas que nos hablan de promesas incumplidas, de pinturas maravillosas que cobran vida o de reencarnaciones asombrosas. Hace mucho, mucho tiempo, en el lejano Japón la realidad y lo sobrenatural convivían en armonía: la pluma magistral de Lafcadio Hearn plasma con exquisita sensibilidad y refinado talento literario los lejanos y enigmáticos ecos del país del Sol Naciente. Lafcadio Hearn llegó a Japón en una mañana de primavera del año 1890. Desde aquel preciso instante, el país exótico y misterioso que se presentaba ante él cautivó su hasta entonces desarraigado espíritu.