Soy madre de un hijo hiperactivo y esa experiencia fue muy retadora y estresante, pero también muy grata; y eso depende mucho de nosotros, los padres. Preparémoslo para enfrentar el mundo con una mirada más optimista, con esperanzas y que puedan no solo minimizar sus dificultades, sino que logren potenciar sus grandes capacidades intelectuales, memorísticas, creativas, multifacéticas y, en especial, su inmensa sensibilidad. Estos chicos son capaces de vivir una vida plena y exitosa, solo tenemos que darles ese empujoncito con mucho cariño. En este libro te cuento cómo lo hice y de los grandes resultados que logré con mis hijos y conmigo misma.