Leopoldo vive en Marespuma una ciudad que se erige sobre el agua. Todos sus habitantes caminan sobre zancos para moverse de un lugar a otro. Los zancos de Leopoldo están hechos con la madera de un álamo rojo: el árbol más alto, más recto y más sólido del país. Quizá por eso Leopoldo siempre tiene la cabeza en las nubes y apenas se da cuenta de lo que sucede a sus conciudadanos, allá abajo.