El FBI estaba preparado para cualquier caso, menos para este.
Cuando la agente Mercedes Ramírez encuentra en la entrada de su casa a un niño golpeado, cubierto de sangre y aferrado a un oso de peluche, no se puede imaginar que ese brutal evento es solo la punta de un iceberg siniestro.
El chico le cuenta que sus padres fueron asesinados por un ángel que luego lo llevó hasta su porche para que ella lo cuidara. Sin embargo, no se trató de cualquier asesinato, sino de uno especialmente atroz, más violento que cualquiera que la Unidad de Delitos contra Menores hubiera enfrentado antes.
Pero esto es solo el inicio: un ángel vengador está suelto y dispuesto a impartir su justicia salvaje. Uno a uno más niños comienzan a llegar a la puerta de la agente con la misma historia de terror. Todos provienen de hogares violentos y despiertan en ella dolorosos recuerdos que amenazan con desestabilizar su carrera y tranquilidad.
Mientras la investigación la arrastra hacia la oscuridad, su propio pasado la acecha para destruirla si no consigue atrapar al asesino pronto.