En Eisenach, donde su padre dirige a los “flautistas municipales”, Johann Sebastian Bach descubre su entusiasmo y su talento para la música. Pronto, su especial atención irá dirigida al “rey de los instrumentos”, al órgano.
Ernst A. Ekker corrige la vieja imagen del compositor haciendo vivir al “cabeza de fuego”, muy presente también en la música no tan seria y que ha influido notablemente en muchos compositores e intérpretes actuales.
El libro contiene un CD con piezas musicales seleccionadas especialmente para niños y que, temáticamente, corresponden, cada pieza, con una doble página del libro.