No tiene lecciones de sabiduría ancestral, sino más bien lo que se puede aprender de los errores propios y de los demás, pero sobre todo de vivir cada segundo intensamente. No busca cambiarle la vida a nadie ni descubrir ningún hilo negro; si acaso arrancarte una que otra carcajada. y en ese sentido, puede que sí nos acerque un poquito a la felicidad.