«¡Fee, Fi, Fo, Fum!», gruñó el gigante. ¡Cuidado, niños, el gigante de Glotolandia es un tipo muy gruñón y tragón que va en busca de un buen aperitivo! Y el bocado que más le atrae es un muchachito llamado Jack. Pero este niño y sus amigos no ven en él a un gigante horrible, sino a un mago enorme que les ayuda a recuperar balones perdidos y a rescatar gatos de los árboles. Es muy posible que ese gigante glotón sea más blando de lo que parece. Unas rimas increíbles y un final inesperado y tierno, una versión de un clásico infantil, la obra de la extraordinaria escritora y poeta Elli Woollard y del galardonado ilustrador Benji Davies. El gigante de Glotolandia incluye, además, un importante mensaje dirigido a todo el mundo: ¡no comáis niños, comed pasteles!