Todo cambia para Mateo el día que tropieza por primera vez con Malik, un trompetista estadounidense que toca en la calle. El pasado del músico, quien alguna vez alcanzó la fama tocando jazz en su país, se intercala con los episodios en que Mateo, Malik y su perro Trumpet coinciden. La curiosidad del chico por la música y por la precaria vida del virtuoso marca su singular amistad.