Juan Rulfo comienza a publicar en 1945, sobre todo en la revista América, los cuentos "Nos han dado la tierra", "Macario", "Es que somos muy pobres", "La cuesta de las comadres", "Talpa", "El llano en llamas" y "Diles que no me maten". Comenta algunos en cartas a su novia, Clara Aparicio. A partir de septiembre de 1952 y hasta julio de 1953, como becario del Centro Mexicano de Escritores, escribirá "El hombre", "En la madrugada", "Luvina", "La noche que lo dejaron solo", "Paso del norte", "Acuérdate", "No oyes ladrar los perros" y "Anacleto Morones". Los 15 cuentos se reúnen en El llano en llamas, que se termina de imprimir el 18 de septiembre de 1953. En 1955 publica en dos revistas "La herencia de Matilde Arcángel", y en agosto del mismo año, en un suplemento, "El día del derrumbe". Ambos relatos se sumarán al libro en 1970.