María es muy parlanchina. Manuel, su hermano pequeño, no hace más que oír su palabrerío. Le gusta hablar de todo con todos... ¡Hasta con las piedras! Aunque los demás se pueden cansar de tanta palabrería. Un día, a María le cae una caja de cereal en la cabeza y su voz desaparece. Su familia hará todo lo posible por recuperarla. y ella… bueno, ella tendrá que aprender que no siempre tiene que andar parloteando. ¿A dónde se habrá ido la voz de María?