Con frecuencia se nos olvida que el camino que nos lleva al encuentro con nosotros mismos pasa necesariamente por los demás, sean éstos amigos, familiares o pareja. El contacto con nuestros semejantes, con todo lo que ello tiene de exaltante y enriquecedor, pero también de problemático y complejo, constituye una etapa necesaria para conquistar la realización personal. Para Jorge Bucay la autodependencia, ese ideal que nos convierte en los dueños y señores de nuestra persona, no puede desligarse de los otros, de aquellos hombres y mujeres que nos acompañarán en el camino (unas veces de manera fugaz y otras de forma permanente) y con los que compartimos afecto, amistad, apoyo, intimidad y sexo.