En México los derechos humanos han tenido un notable dinamismos en las últimas décadas, afirmándose como uno de los factores determinantes en nuestra evolución constitucional. La aspiración de garantizar su cumplimiento representa la ruta más sólida para fortalecer el Estado de Derecho y consolidar los valores de la convivencia democrática. nEl nuevo marco constitucional de los derechos humanos en el país, vigente desde el año 2011, supone una profunda transformación de las bases jurídicas y políticas de nuestra vida colectiva. Los nuevos preceptos obligan al conjunto de instituciones del Estado a impulsar y proteger los derechos fundamentales definidos en el orden interno y reconocidos en el plano internacional.