La anciana Lucia de Fátima, última y única vidente de la virgen, ha cumplido 98 años. A esa edad se cuestiona sobre la veracidad de lo que dijo haber visto y escuchado hace más de 80 años. Su realidad trastocada se enfrente el aparato eclesiástico desplegado en torno a las apariciones de la virgen, el dogma que sostienen y enarbolan a sus superiores y a la credulidad, ingenua y trágica. De Gabriela, la novicia que la custodia y la protege. u00bfHasta dónde llegará Gabriela por amparar a la vidente?