Solo tiene dos semanas. Dos semanas para enseñarle a Adam a enamorarse de su propia vida. Adam Basil y Christine Rose se conocen una noche, ya tarde, cuando ella está cruzando el puente de Ha penny, en Dublín. Lo ve allí, suspendido en el aire, amenazando con arrojarse al río. Está desesperado, pero Christine llega a un alocado acuerdo con él le apuesta a que antes de que Adam cumpla los treinta y cinco años para lo cual falta poco le habrá demostrado que la vida merece la pena.