La única manera de que una persona llegue a Dios, es por medio del camino que Jesucristo abrió, no hay otra manera. Este camino tienes unas huellas, unas pisadas que nos indican por donde debemos caminar. Este camino tiene una particularidad, tiene algo muy especial que no tienen otros caminos: Está marcado con huellas, al final del camino el mismo que es el camino es la meta final, pero además de eso el mismo que es el camino y es la meta final, camina también con nosotros y nos lleva tomado de su mano conduciéndonos por el camino.