La conversación es entre dos hombres. Uno escucha atentamente la argumentación del otro. La justificación, irreverente, sarcástica y filosófica gira entorno a ser un banquero-anarquista. ¿Cómo es posible eso? Sólo con la capacidad de desdoblarse y tener varias personalidades, como es el caso de Fernando Pessoa, se fabula consigo mismo, y para sorpresa de todos, en contra y a favor.