Publicada en 1920, se trata de la primera novela del escritor estadounidense F. Scott Fitzgerald. En el texto, Fitzgerald hace un increíble diálogo acerca de la pérdida de la inocencia y la subsecuente entrada a la madurez. En la pluma del autor queda una brillante, verdadera y devastadora narración acerca de la realización de hechos que brindan poco o nulo consuelo.