En 1984, su última novela, George Orwell elige como vehículo narrativo la no realización de las aspiraciones humanas y la verificación de los peores temores del control totalitario sobre el cuerpo y la mente, que una utopía corporizada exigía. El protagonista de este relato es Winston Smith, símbolo de la rebelión contra el aspecto más repugnante del imperialismo y de la clase dirigente británica, que se han apoderado de la vida ... Ver más Ocultar En 1984, su última novela, George Orwell elige como vehículo narrativo la no realización de las aspiraciones humanas y la verificación de los peores temores del control totalitario sobre el cuerpo y la mente, que una utopía corporizada exigía. El protagonista de este relato es Winston Smith, símbolo de la rebelión contra el aspecto más repugnante del imperialismo y de la clase dirigente británica, que se han apoderado de la vida y de la mente de todos sus gobernados, hasta el grado de espiarlos a cada segundo con sus numerosas cámaras instaladas hasta en los sitios más recónditos de la ciudad. Como escritor, Orwell abrigó una sola meta: elevar la literatura política al terreno del arte. En 1984, su última novela, George Orwell elige como vehículo narrativo la no realización de las aspiraciones humanas y la verificación de los peores temores del control totalitario sobre el cuerpo y la mente, que una utopía corporizada exigía. El protagonista de este relato es Winston Smith, símbolo de la rebelión contra el aspecto más repugnante del imperialismo y de la clase dirigente británica, que se han apoderado de la vida y de la mente de todos sus gobernados, hasta el grado de espiarlos a cada segundo con sus numerosas cámaras instaladas hasta en los sitios más recónditos de la ciudad. Como escritor, Orwell abrigó una sola meta: elevar la literatura política al terreno del arte.